Ciudad de México, 13 de febrero (SinEmbargo).– Dan Blasdel, forense del condado de Franklin, donde el mexicano Antonio Zambrano Montes, de 35 años,
En tanto, el sargento Ken Lattin, dijo que el caso es investigado por una Unidad Especial de Investigación de la Policía (Tri-City SIU, en inglés) que podría tardar semanas en indagar el caso.
En las declaraciones que publica The Seattle Times, Dan Blasdel dijo que la idea del jurado especial es para determinar si los oficiales tenían una justificación real para disparar en contra de Zambrano Montes.
“No queremos otro Ferguson aquí, en Pasco”, dijo Blasdel, refiriéndose a los disturbios que siguieron a la muerte el 9 de agosto de un hombre negro desarmado por disparos de un policía blanco en Ferguson, Missouri, y a la decisión de un jurado de no presentar cargos.
Comentó que al tratarse de un proceso público y teniendo en cuenta la controversia del caso, “ser transparente es importante”.
A partir de los hechos de Ferguson, comunidades afroamericanas se levantaron en distintas ciudades. Las autoridades temen que estos disturbios raciales se repitan debido a la indignación que ha provocado el caso entre la comunidad latina, que ya se ha manifestado en la Alcaldía de Pasco.
Según informa la prensa norteamericana, en otros tres incidentes previos de tiroteos con víctimas mortales en Pasco, la fiscalía absolvió a los agentes del Departamento de Policía de Pasco y a un miembro de la policía del condado que formaban parte de un equipo regional del SWAT, o policía de asalto.
El jefe de policía de Pasco, Bob Metzger, pidió paciencia mientras se desarrollen las pesquisas de la Unidad Especial de Investigación de Tri-City y la revisión interna. “Los agentes están… de baja administrativa; hasta que sean revisados y se haya hecho todo, no volverán al trabajo”’, dijo. “Es importante que obtengamos la información correcta”.
Blasdel dijo que no tomaría decisiones sobre iniciar un proceso hasta que se completara la investigación. ”Esto de verdad no fue un asunto racial”, dijo Metzger. El jefe se reunió durante dos horas con la familia del fallecido en una pequeña panadería, cerca del lugar donde murió.
Los agentes norteamericanos involucrados en la muerte del mexicano, quien se encontraba afuera de una cafetería lanzando piedras a los autos, son Ryan Flanagan, Adam Wright and Adrian Alaniz. De acuerdo con la información que publica la prensa de Seattle, uno de estos policías había sido objeto de una demanda federal de derechos civiles de la ciudad por 100 mil dólares.
La demanda fue presentada en 2012 contra a Flanagan y otro oficial de Pasco. En ella se denunciaba que los uniformados no estaban bien entrenados en el uso de la fuerza. Decía que Flanagan y el otro oficial detuvieron a una mujer de 30 años de edad, María Dávila-Márquez, con un uso injustificado de la fuerza. Los agentes, dijo la mujer afectada, “la ridiculizaron”, la esposaron y la inclinaron sobre la patrulla, presionando su mejilla sobre el metal caliente y abrasador.
Sin embargo, este antecedente no impidió que el agente siguiera trabajando con la corporación y volviera a involucrarse en otro escándalo. Sin embargo, en esta ocasión la aparente falta de protocolos cobró la vida de una persona, el mexicano Antonio Zambrano.
EL ASESINADO DE ZAMBRANO
Zambrano Montes era un trabajador del campo nacido en Michoacán. No hablaba bien el inglés; llevaba una década en Pasco, Washington, y había pasado por una racha de mala suerte.
Pero nadie imaginó que su mala estrella lo condujera a la muerte. Un grupo de policías le ordenó que se detuviera y, a pesar de que iba evidentemente sin armas, le dispararon a quemarropa. Y todo quedó en un video. Murió en el acto por los impactos de bala el pasado 10 de febrero.
La comunidad latina ha convocado a manifestaciones para los siguientes días en protesta por el asesinato.
Zambrano Montes tenía un historial de comportamiento errático, según documentos judiciales. Fue declarado culpable de un ataque en 2014 después de un enfrentamiento con la policía en Pasco. Trataron de detenerlo por golpear los coches con una escoba. Lanzó una mecedora y trató de agarrar el arma de un oficial de su cinturón, al parecer bajo la influencia de la metanfetamina.
A finales del mes pasado, fue rescatado de un incendio en una casa en llamas. Se había lesionado recientemente en una caída en el trabajo. A pesar de que la racha de mala suerte, los familiares dijeron a la prensa que no estaban al tanto de que tuviera algún problema de salud mental.
“Era una persona amable”, dijo Blanca Zambrano, su prima. “Era muy trabajador”.
Zambrano Montes estaba tirando piedras a los coches a las 5 de la tarde del martes, cerca de un negocio de alimentos, cuando se llamó a la policía. Lanzó piedras a dos oficiales y se negó a escuchar a los agentes, dijo el jefe de policía Bob Metzger.
La policía le dio la orden de rendirse sin éxito, e intentaron usar un paralizante. Lo persiguieron y, finalmente, le dispararon en frente de un negocio en la calle de Lewis.
Pero el hombre no significaba, en realidad, peligro alguno.
El tiroteo fue capturado en video por los transeúntes y provocó indignación y protestas en la ciudad el miércoles. La familia Zambrano dijo a la prensa local que la policía debió usar fuerza menos letal para ponerlo bajo control.
“Sólo queremos justicia”, dijo Erica Salazar, un miembro de la familia. “Se podría haber evitado”.